El Viaje del Loco y el Monomito
- Leo En PHI
- 12 dic 2016
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 12 mar 2022

Una parte fundamental del Paradigma del Hermetismo es el Mito. En realidad, todo paradigma es un Mito, incluyendo los aún vigentes aunque en decadencia paradigmas Político, Económico, Religioso y Científico. La Primera Gran Diferencia Positiva, es que el Paradigma Hermético se reconoce como tal: entiende que es una lente a través de la cual podemos Ver, Explicar y Comprender la realidad que nos rodea. La Segunda, es que este Entendimiento es el que nos abre la Puerta a la verdadera Libertad: la que Implica ni más ni menos que la Responsabilidad sobre nuestras Acciones y el Camino que decidimos Recorrer.
Por supuesto, si bien se le llama ahora el Paradigma de la Nueva Era, no es la primera vez que está vigente en nuestra Humanidad. Las pruebas de ello son, ni más ni menos, que los relatos mitológicos de todas las culturas que llamamos Iniciáticas, en las cuales se reproducen -con lógicas variaciones provenientes de una adaptación local al relato- hechos e historias que hablan mucho más de de dioses con poderes entronados sobre el cielo, bajo la tierra o en lo profundo del mar.
Alrededor de los años cincuenta del siglo pasado, un profesor y mitólogo llamado Joseph Campbell postula la existencia de lo que el llama el 'Monomito' o 'El Periplo del Héroe', en el cual demuesta cómo existe una misma historia en el trasfondo (y a veces también en la superficie) de los mitos de las distintas culturas. Sin embargo, esto excede a la Mitología: aún cuando no hablemos de los Trabajos de Heracles ni de las Aventuras de Thor, el Saber Hermético ha manifestado durante milenios este Camino de Evolución Personal en las distintas Ramas que lo han preservado.
Así, el Árbol de la Vida en la Kabalah habla de la Densificación en el Mundo Real de un 'Algo' que comienza en un plano aún más sutil que una Idea (el Ain-Sof), para lo cual se vale de 22 Senderos que conectan cada Paso logrado con otro u otros siguientes; la Rueda Chamánica explica las Figuras que deben encarnarse para poder Generar Realidad Propia (Guerrero, Mercader, Sacerdote y Mago); la Alquimia encripta en sus grimorios las Operaciones necesarias y el Orden preciso en que deben ser realizadas para llevar a cabo la Gran Obra...
El Tarot, por supuesto, no es la excepción, y en sus Arcanos Mayores va encarnando los distintos desafíos que la Persona debe resolver en su Evolución. Este es el llamado Viaje del Loco, un Sendero Arquetípico de veintidós Estaciones al que los invito a recorrer y reflexionar, solos, o quizás alguna vez juntos, en un Taller.
Este Viaje, que comienza con el Loco, un espíritu irresponsable, libre, ajeno a la crítica y el planteo de la Existencia, va desarrollando de a poco una Conciencia Interna, y con ella la asunción de una Responsabilidad sobre nuestros Actos y Decisiones. En este Viaje es tan importante cada una de las Estaciones como el tramo que une una con la otra, y cada una de ellas es única; algunas son más densas y otras más ligeras, algunas hablan de Comienzos, otras de Finales, y otras de Procesos Intermedios.
El Primer Tramo implica la incorporación de las Figuras Aquetípicas Básicas, ya que al ser el sujeto aún producto de sus automatismos, debe aprender a reconocer y sobre todo a Re-Conocerse en cuanto a sus polos Masculino y Femenino, su rol de Padre o Madre, y su conexión con el plano Sutil.
El Segundo Tramo comienza, ni más ni menos, que con una Elección, y a partir de ella, los torpes pero fundamentales primeros pasos a partir de ella; y a medida que dominemos nuestras fibras más primitivas, más a nuestro favor podremos consultar y utilizar el conocimiento ancestral que encierran, entendiendo que si no lo hacemos… volveremos a encontrarnos con lo que creíamos haber dejado detrás. Esta claridad mental conlleva (o mejor dicho: contrae) una resignificación de lo que entendemos hoy como Justicia Divina: si No Hago Algo para cambiar desde lo Profundo, Algo que me acerque a esa Chispa de Divinidad que habita en nuestro Centro… no puedo quejarme de que Nada Cambie en mi vida!
Es en este punto en el que comienza el Tercer Tramo: el Viajero se da cuenta de que debe Renunciar Conscientemente a aquellas actitudes que no le permiten Avanzar, debe atravesar ese Borde que ni siquiera puede Nombrar y animarse a recombinar sus Elementos Alquímicos para poder ingresar por una Nueva Puerta a su propio Inframundo, ese océano que contiene corrientes tan antiguas y profundas que la luz de la superficie no llega a rozarlas. Es necesario que estas corrientes, que se mueven unas sobre otras como capas de una cebolla, y cuyo efecto interno se expresa en el oleaje de la superficie, sean identificadas y Nombradas; un proceso de Disección Interna que deja al Viajero con una sensación de Desnudez e Indefensión ante el Mundo.
Pero no nos confundamos: llegar ese estado no implica una Involución, sino que es precisamente el paso necesario para poder llegar al tan deseado Cuarto Tramo de este Viaje: el de la Fundación del Sujeto en Uno. Así, luego de haber quitado uno por uno los ladrillos de esa Torre en la que estábamos encerrados, no quedó más opción que enfrentarnos a esa Nada que quedó allí, entendiéndola no sólo como la ausencia de algo, sino como la Posibilidad que Cualquier Opción que elijamos. Es una fase introspectiva, aislada, en la que sólo miramos hacia Adentro, porque esta vez es Desde Allí donde Comenzaremos a Fundarnos. Poco a poco, iremos siendo conscientes del entorno que nos rodea, quizás al principio a través de una bruma densa, o con la luz fría y engañosa de la Luna, pero luego, observando con la Claridad del Sol, con un nítido Discernimiento, cuáles son las verdaderas Cartas en Juego puestas sobre la mesa. Es precisamente persiguiendo esa Luz que recorreremos estos últimos pasos que nos llevarán a Renacer como Seres Conscientes de Nosotros Mismos y del Entorno que nos rodea, Uniéndonos al Mundo y, a la vez, convirtiéndonos también en él, pero esta vez no como un ser indiferenciado, automatizado y masificado, sino como un Sujeto Íntegro e Integrado al Todo Desde su Polo Individual.
Este es el Viaje del Loco, visto a vuelo de pájaro… la implementación en el Tarot de ese Monomito -ese Periplo del Héroe del que habla Campbell-, en este caso a través de sus Arcanos Mayores. Ya el Mapa de ese Camino está en tus manos, en las de todos quienes lean este artículo; sin embargo, el Viaje en sí, y el tiempo que insuma, será distinto para cada Uno.
Te Desafío ahora a Recorrerlo!
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